Movilización nacional por la vida de los Pueblos Indígenas
Hoy, en el Día de la Resistencia Indígena, que recordamos para reivindicar los derechos de los pueblos que fueron avasallados y masacrados por colonizadores europeos en 1492, venimos de diferentes pueblos y comunidades de todo el país, aglutinados en la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid), para decir cuanto sigue:
Desde hace años trabajamos incansablemente para que se garanticen nuestros derechos. Siguiendo los caminos formales del Estado paraguayo, presentamos notas, pedimos audiencias, impulsamos reuniones, planteamos propuestas de solución, y planes de acción. Sin embargo, ningún gobierno ha dado respuestas definitivas ante las propuestas de solución que hemos venido planteando.
El gobierno, cada día más hundido en la corrupción, está usando su poder de forma nefasta. Al poder formal se unen y actúan en connivencia poderes de facto, políticos y económicos, para generar más despojo, criminalización, pobreza y hambre entre las comunidades indígenas, pero también están dirigiendo la mirada hacia sectores críticos de la sociedad civil, que son los que apuntalan nuestros reclamos y nos acompañan en nuestras propuestas de mejorar las políticas públicas para la vigencia plena de nuestros derechos.
Por eso, más que nunca, denunciamos que en Paraguay los derechos humanos de los pueblos indígenas son violados sistemáticamente. Son muchas las demandas que tenemos, pero hoy nos centraremos en dos, porque son indispensables para vivir.
- DEMANDAMOS al gobierno que garantice nuestro derecho ancestral al territorio: Hoy, alrededor del 30% de las comunidades indígenas de todo el país enfrentamos problemas de distintos tipos para la titulación y restitución de nuestros territorios. El INDI tiene solamente dos abogados para atender la defensa jurídica, titulación, ampliación o adquisición de tierras pertenecientes a nuestro hábitat tradicional, pero lo peor es que este gobierno prácticamente extinguió el presupuesto de la institución, especialmente el componente para comprar tierras. Nosotros defendemos el territorio porque amamos la vida y nuestra vida está y depende del territorio.
Cuando hablamos de la defensa del territorio, hablamos de nuestro derecho a elegir vivir según nuestras tradiciones, nuestras cosmovisiones, nuestros rituales, a elegir cómo alimentarnos, a elegir cómo existir en este mundo. Y consideramos que nada es más básico que la libertad de elegir nuestra forma de vida, nuestras culturas, que existía mucho antes de que se formara este país.
- DEMANDAMOS que se garantice nuestro derecho a acceder a agua potable: La crisis del agua que históricamente soportamos las comunidades indígenas en el Chaco, no es un evento aislado, sino que está profundamente conectado al modo en que los hombres que no aman la vida, explotan sin ningún escrúpulo, ni límite moral la naturaleza. La crisis del agua es un síntoma más de la tierra que ya no soporta el daño que le están causando. Es hora de que el gobierno implemente una política del agua capaz de hacer frente a nuestras necesidades vitales como familias y comunidades; y no solamente responda a grandes negocios y capitales que proyectan más extractivismo para el Chaco.
La crisis del agua es la crisis de la vida, sin ella las comunidades venimos muriendo lenta y cruelmente, porque tomamos agua sucia que enferma e incluso mata a nuestra gente. El problema no es nuevo, viene agravándose, y a pesar de eso el gobierno se limita a responder con camiones cisternas, pero no tiene un plan a mediano y largo plazo para garantizar derechos, ni para nosotros, ni para nadie que no sea de la élite del poder económico y político. Es urgente que el gobierno atienda el problema de fondo que es el modelo productivo que avanza sobre toda forma de vida con tal de acumular más dinero, a costa de vidas, despojos a las comunidades y la madre naturaleza.
Pero lo más urgente es que la sociedad, las familias, las madres, los padres y cualquier persona que ame la vida, se levante contra la aniquilación de nuestros recursos naturales, porque la enfermedad y la muerte que hoy nos golpea, mañana tocará a su puerta. La crisis que hoy parece lejana mañana causará cortes de energías en sus casas, y el agua que fluye en sus canillas solo saldrá algunas horas al día.
Es urgente amar la vida, pero la vida de todas las personas, de todos los animales, de todas las plantas, de todo aquello que garantiza que nosotros podamos seguir habitando la tierra.
Esta semana nos estamos movilizando a nivel nacional en defensa de la vida de los pueblos indígenas y de toda la sociedad paraguaya.
Asunción, 11 de octubre de 2024