Rechazamos la discriminación, la violencia y exigimos sanciones en el Senado

Ante los recientes hechos que involucran al Senador Javier Vera alias “Chaqueñito”, desde la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid), plataforma que aglutina a unas 30 organizaciones de todo el Paraguay, expresamos cuanto sigue:

  • Adherimos plenamente a lo manifestado por la Coordinadora de Líderes Indígenas del Bajo Chaco (CLIBCH), en cuanto a la necesidad de que los legisladores trabajen en mejorar, implementar efectivamente o crear políticas necesarias para combatir la histórica marginación que hemos sufrido los pueblos indígenas, en lugar de hacer declaraciones que solo fomentan el odio y la discriminación.

 

  • Nos solidarizamos con la Sra. Tatiana Espínola, joven mujer indígena que trabaja como asistente en la Cámara de Senadores y que resultó víctima de violencia verbal y discriminación por parte del legislador, según ha denunciado públicamente en los medios.

 

  • Repudiamos las declaraciones del legislador y lamentamos que una persona sin la capacidad técnica ni política ocupe un lugar tan importante en un espacio de toma de decisión.

 

  • Apelamos a la Mesa Directiva de la Cámara Alta para que analice el comportamiento de sus integrantes, en este caso el del Senador Vera, para que este tipo de acciones que nos estigmatizan, no se repitan más.

 

Asunción, 31 de mayo de 2024

Repudiamos nuevo atropello contra las tierras indígenas

Desde la Articulación Nacional por una Vida Digna (Anivid) denunciamos y repudiamos la actuación del fiscal Cristian Royg, quien en conjunto con la Policía y acompañado de particulares dotados con tractores, llegaron este lunes (25) hasta la comunidad indígena Primero de Marzo, ampliación de la comunidad Fortuna del distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú, para derribar casas y destruir cultivos de una parcela de tierra que corresponde a la comunidad, pero de la cual un tercero se apropió.

La comitiva liderada por el fiscal Royg se constituyó en el lugar aproximadamente a las 9 de la mañana. También estuvo presente la abogada Cristina Bogarín del Instituto Paraguayo del Indígena, una clara muestra de qué se trata la política de protección de derechos de los pueblos indígenas por parte de la actual administración del INDI.

La comunidad tiene el título de aproximadamente 846 hectáreas que fueron compradas el 7 de enero de 1987 a favor de la Comunidad Indígena Ava Guaraní de la Colonia Fortuna, comunidad que cuenta con personería jurídica desde 1985, según consta en la escritura que tiene la comunidad. Sin embargo, hace un tiempo mantienen un conflicto con un particular identificado como Solano Benítez, quien se apropió, en connivencia del INDI y del Indert, de unas 160 hectáreas de esa tierra.

Las dos instituciones del Estado, persuadieron al líder para que acepte como válida una mensura administrativa que realizaron con acompañamiento de agrimensores particulares y el resultado fue favorable al invasor. A partir de eso, el fiscal ha operado incluso imputando al líder, para desplazar a la comunidad de sus tierras.

Una vez más, el Estado paraguayo obra en detrimento de los derechos de los pueblos indígenas incluso cuando ésta cuenta con papeles. Repudiamos las acciones de este gobierno que desde el discurso inicial nos ha marginado y, ahora a través de las instituciones que deben velar por nuestros intereses nos atropellan nuevamente.

Denunciamos la actuación del fiscal Royg, de las instituciones mencionadas y de aquellas que debieran ejercer un control sobre ellas. Alertamos a la ciudadanía que un invasor está tratando de robarse tierras indígenas, por lo que vamos a resistir.
Instamos al Estado paraguayo a reencausar el sentido de sus acciones.

 

Anivid

26 de marzo de 2024

Rechazamos la exclusión promovida por el Gobierno nacional contra los pueblos indígenas

Desde la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid), organización que nuclea a más de 35 organizaciones, comunidades y colectivos indígenas de Paraguay, rechazamos y lamentamos que el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) se desentienda de su responsabilidad con los pueblos indígenas y se limite a comunicar que no cuenta con presupuesto.

Es inadmisible que la institución encargada de velar por el cumplimiento de nuestros derechos se declare simplemente insolvente en el asunto, cuando justamente los pueblos indígenas constituimos uno de los sectores más olvidados de este país, sin acceso a derechos mínimos, con comunidades sin escuelas, sin docentes, sin puestos de salud o con puestos vacíos sin médicos ni remedios.

Es inadmisible que se plantee falta de recursos cuando familias enteras de políticos que ocupan puestos electivos viven cómodamente del dinero público, mientras miles de paraguayos e indígenas de todo el país sufrimos las consecuencias de las políticas públicas que no se cumplen.

INDI se declara sin presupuesto enero de 2024
INDI se declara sin presupuesto enero de 2024

Ignorados en el discurso de inicio del presidente Santiago Peña, quien sin embargo buscó votos entre comunidades indígenas, ahora vemos que la institución que debe defendernos sigue la misma línea del gobierno nacional, a pesar de que venimos reclamando año tras año que mejore el presupuesto del INDI y también la capacidad de ejecución de la institución.

Exhortamos al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo a ocuparse de la realidad de los pueblos indígenas en Paraguay, y eso significa dotar de presupuesto y de capacidad operativa a las instituciones, para ejecutar acciones respetando nuestras culturas y formas de vida ancestrales.

Advertimos con preocupación que este tipo de políticas derive en mayores responsabilidades para el Estado paraguayo en el futuro, pero sobre todo en consecuencias nefastas para las y los indígenas, quienes poblamos este territorio mucho antes que el Estado paraguayo exista.

Anivid

Enero 3, 2024

Topa jejahéi kuñakuera indígenare

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las mujeres hacemos llamamos al Estado paraguayo a prestar especial atención y brindar soluciones a las violencias que sufrimos las mujeres, niñas y adolescentes indígenas de Paraguay.

 

Existe una histórica violencia ejercida en contra nuestra, desde los tiempos de la invasión y colonización forzada y, ahora desde el propio Estado paraguayo, que nos somete a una violencia sistemática y estructural se traduce en diversos problemas en todos los ámbitos en nuestras vidas.

 

Existe una alta tasa de muertes maternas, totalmente evitables si contásemos con puestos de salud cercanos, con insumos suficientes y recursos humanos capacitados y comprometidos. Solamente en este 2020, hemos registrado numerosas muertes maternas de mujeres indígenas en diferentes departamentos del país. La Fiscalía no investiga y el Ministerio de Salud no toma medidas para cambiar esta realidad. Todo esto ocurre ante el silencio cómplice de otras instituciones que deben velar por nuestra protección.

 

La violencia también se traduce en una alta tasa de analfabetismo, que alcanza casi al 45% de las mujeres indígenas de quince años y más. Al quitarnos el derecho a la educación, también nos niegan otros derechos como el de la oportunidad a un trabajo digno y la posibilidad de exigir nuestros derechos al Estado.

 

Muchas mujeres sufrimos violencia doméstica y, como consecuencia de la falta de educación sobre nuestros derechos, muy pocas se atreven a denunciar.  También existen hechos de abuso y explotación sexual que son simplemente ignorados por las autoridades locales y nacionales.

 

Existe en síntesis una exclusión total contra nosotras desde el propio Estado que debería garantizar nuestros derechos. Sin embargo, estamos unidas, organizadas y alzamos nuestra voz, porque sabemos que tenemos derecho a vivir dignamente, un valor que reivindicamos profundamente desde la Anivid.

 

Y vivir dignamente significa también vivir en paz, libres de toda forma de violencias. Por lo tanto, llamamos al Estado paraguayo a atender las problemáticas que enfrentamos, a conversar con nosotras y a diseñar con nosotras las estrategias para detener esta epidemia de violencia que está arrasando en todo el Paraguay.

Asunción, 25 de noviembre de 2024

Anivid

Repudiamos el desalojo de la comunidad Ka’avusu y responsabilizamos al Estado de las vidas en riesgo

Desde la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid) repudiamos el nuevo desalojo que sufrieron las familias de la comunidad indígena Ka’avusu del distrito de Itakyry, departamento de Alto Paraná. Responsabilizamos al Estado por las vidas de las y los integrantes de dicha comunidad, especialmente la de niños, niñas y adultos mayores que quedaron a la intemperie.

Desde la Anivid repudiamos este nuevo desalojo, el cuarto que sufren nuestros hermanos y hermanas de Ka’avusu quienes reclaman aproximadamente 1.100 hectáreas de sus tierras ancestrales. El hecho  ocurrió aproximadamente a las 9 de la mañana de este jueves 26 de octubre.

Policías en conjunto con civiles armados desalojaron a unas 30 familias de la comunidad Ka’avusu, mediante el uso de la fuerza e incluso con disparos de balines de goma. Sacaron a la gente al costado del camino vecinal y posteriormente incendiaron sus enseres. Las treinta familias, entre ellos numerosos niños, niñas, adolescentes y adultos mayores con problemas de salud quedaron a la intemperie, bajo la lluvia, sin carpas ni alimentos.

Amalia Coronel, madre de cuatro criaturas, fue detenida, al igual que Adelio Benítez López y ambos habrían sido llevados a la comisaría de Itakyry. Edelio Coronel, hermano de Amalia trató de defenderla de los policías y recibió varios disparos de balines de goma, quedando con heridas de consideración.

Llamamos al INDI, el Ministerio de Salud Pública, la Secretaría de Emergencia Nacional, la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia y todas las instituciones que deban aunar esfuerzos para atender urgentemente a estas familias que están en absoluto desamparo y no tienen adonde ir.

Al Ministerio Público y al Ministerio del Interior exigimos una respuesta para frenar este tipo de acciones que solamente trae miseria a los pueblos indígenas, cuando deberían ocuparse de garantizar nuestros derechos frente a extranjeros que vienen a destruir nuestra naturaleza.

Proteger el territorio Paï es proteger la vida y la soberanía contra la violencia

Desde la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid), al tiempo de solidarizarnos con el pueblo Paï Tavyterä, repudiamos el asesinato del líder espiritual de la comunidad Yvy Pyte, Arnaldo Benítez Vargas, ocurrido el domingo 22 de octubre. Exigimos una investigación exhaustiva y la protección del territorio Paï por parte del Estado paraguayo.

Arnaldo Benítez Vargas era líder espiritual de Yvy Pyte, comunidad ubicada en el distrito de Cerro Corá, departamento de Amambay. Vivía solo en su casa, dentro de una comunidad que se fue vaciando desde la invasión denunciada ante autoridades y también públicamente en febrero de este año.

Allí fue asesinado el líder en circunstancias que deben ser plenamente esclarecidas, ya que en la zona se han documentado previamente actos de intimidación, amenazas, hostigamiento sistemático, deforestación ilegal e invasión de sus tierras.

El Estado paraguayo tiene la obligación de proteger el territorio de los Paï donde actualmente confluyen diferentes actores del crimen organizado, los mismos que le disputan el control al Estado y lo hacen ejerciendo sobre las comunidades todo tipo de violencia. El asesinato de Benítez Vargas se dio exactamente un año después del asesinato del líder Paï Alcides Morilla Romero, así como Rodrigo Gómez y un adolescente.

Lo que está ocurriendo en el territorio Paï es, en la práctica, un exterminio silencioso. Porque el Estado ignora los reclamos, denuncias y pedidos de auxilio de las comunidades. Porque no aplican las leyes como la de Consulta y consentimiento libre, previo e informado, para determinar qué acciones llevar adelante y cómo desplegarlas. Porque en lugar de proteger a las comunidades las criminaliza.

Un líder espiritual como Benítez Vargas, es lo que para los paraguayos católicos representa el pa’i de su comunidad. Por lo tanto, la conmoción es incalculable, así como la desprotección y la orfandad. El etnocidio es la destrucción de la cultura de un grupo étnico, de su cultura y su forma de habitar este mundo. Cada vez que asesinan a un líder espiritual y cada vez que el Estado viola nuestros derechos humanos, contribuye al etnocidio de los pueblos indígenas del Paraguay.

Por todo lo expuesto hacemos un llamado de alerta y de acciones urgentes de todas las instituciones del Estado que deben trabajar para garantizar la tierra, y lograr mediante ello el derecho de los pueblos indígenas a vivir en paz, con seguridad, según nuestras creencias culturales.

Pronunciamiento asesinato Arnaldo Benítez Vargas
Pronunciamiento de la Anivid por el asesinato del líder espiritual de la comunidad Yvy Pyte, Arnaldo Benítez Vargas.

531 años de resistencia indígena

El gobierno se comprometió a retomar el compromiso de instalar una mesa de trabajo y de cumplir el Plan Nacional de los Pueblos Indígenas, tras la tercera marcha nacional impulsada por la Anivid, que este año se movilizó con el lema “Para vivir con dignidad: tierra, autonomía y participación”.

 

Desde el 11 de octubre llegaron a la Plaza Italia de Asunción miembros de comunidades indígenas de diversos pueblos de todo el país. Una vez más ocuparon el espacio público para mostrar que 531 años después de la invasión y saqueo de los colonizadores, la dignidad pervive en el tangará, el choqueo, en las artesanías que se tallan o se tejen, en las oraciones y bendiciones Pai o Mbýa y Ava Guarani, como en muchas otras muestras de sus culturas ancestrales.

 

El 11 es para los pueblos indígenas “el último día de la libertad”, decían los líderes y lideresas que guiaban el encuentro en la víspera. El jueves 12 muy temprano, una gran ronda ocupaba el espacio central de la plaza, el tangará rodeaba una bandera paraguaya que ondeaba en el centro. Pero la movilización no se limitó a Asunción -adonde las organizaciones están obligadas a llegar debido a que el Estado centraliza las instituciones en la capital- sino que se extendió a Pozo Colorado, Teniente Irala Fernández, Amambay y en la zona de Luque-San Bernardino.

 

A las 8 en punto, una columna de unas mil personas partió desde la plaza y se dirigió a la Fiscalía General del Estado, donde reclamaron al titular de la institución, Emiliano Rolón, que ponga fin a los desalojos ilegales y violentos que, por lo general se realizan con órdenes de constitución y no con órdenes de desalojo. Solamente en 2022 se registraron al menos 12 eventos de violencia, entre atropellos directos o desalojos forzosos que afectaron a casi 280 familias, según se detalla en el Informe Anual de la Codehupy.

 

La segunda parada fue en el Ministerio del Interior, donde además del reclamo mencionado, las y los directivos de la Anivid se reunieron con el Ministro del interior Enrique Riera Escudero, a quien presentaron las reivindicaciones sobre las cuales se viene trabajando desde el 2021. Ese año se firmó un primer acuerdo y hubo algunos avances, mencionaron desde la Comisión Directiva, sin embargo, no ocurrió lo mismo respecto al acuerdo firmado en 2022 con el entonces ministro del Interior Federico González.

 

En esta ocasión Riera se comprometió a retomar el compromiso de la mesa de trabajo y fijó fecha para una siguiente reunión el lunes 13 de noviembre. El objetivo es que el Ministerio del Interior lidere este espacio que deben integrar representantes de los tres poderes del Estado paraguayo. Asimismo, se le presentó al ministro el Plan Nacional de Pueblos Indígenas, sobre el cual dijo que estaba tomando conocimiento en ese momento y que, como compromiso asumido por el Estado, debe ser cumplido.

 

“Esto quiere decir que sin la necesidad de que ellos se movilicen, dentro del marco de la Constitución y la ley, vamos a abrir un diálogo importante para implementar el plan que se ha elaborado, no importa que cambien los ministros, esto se tiene que hacer, sino no hay que comprometerse. Y a medida que podamos ir avanzando vamos a ir resolviendo los problemas”, declaró ante la prensa al término de la reunión que duró poco más de una hora.

 

María Luisa Duarte, Coordinadora General de la Anivid, celebró que se abra el camino del diálogo. Dijo que espera que Paraguay sea conocido por su grandeza y no por las necesidades de los pueblos indígenas que hoy, son demasiadas, como por ejemplo la falta de acceso al agua en las comunidades indígenas del Chaco, puntualizó.

 

Tras la reunión la columna marchó con dirección al Congreso de la Nación, para llevar a sus integrantes un mensaje: los pueblos indígenas tienen autonomía y derecho a la participación. Esta premisa que además forma parte del lema, guarda relación con declaraciones de intenciones o iniciativas concretas de proyectos de leyes que se llevan adelante a espaldas de los pueblos indígenas a pesar de que podrían afectar negativamente los derechos constitucionales ya previstos.

 

“Alguna vez los pueblos indígenas debemos ocupar los espacios de poder, porque la gente que está en el parlamento es gente a la que no les importamos”, dijo el Secretario de Formación de la Anivid, Mario Rivarola.

 

Asimismo advirtió que en caso de que este año no se cumpla el acuerdo y no arranque el trabajo en torno a la mesa interinstitucional, las comunidades se autoconvocarán nuevamente para llegar a la capital y reclamar que los reclamos planteados sean atendidos.

El 12 de octubre organizaciones indígenas marcharán por tierra, autonomía y participación

La Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna, Anivid, plataforma que aglutina a unas 35 organizaciones, colectivos y comunidades indígenas de la región Oriental y Occidental del Paraguay, impulsa una marcha pacífica para el 12 de octubre, Día de la Resistencia Indígena. 

Con el lema Para vivir con dignidad: tierra, autonomía y participación, integrantes y representantes de distintos pueblos indígenas de todo el país se movilizarán en Asunción, Amambay, Caaguazu, Pozo Colorado en el Chaco y otros puntos que se definirán en los próximos días, según anunció María Luisa Duarte durante una conferencia de prensa este viernes. 

En capital, la Anivid organiza una marcha pacífica que partirá a las 8 AM desde la plaza Italia. La columna seguirá por Ygatimi y después bajará por Chile, donde se hará una parada frente al Ministerio Público y después frente al Ministerio del Interior. Posteriormente irán hasta Paraguayo Independiente hasta alcanzar las plazas del Congreso.

Este año, tras haber analizado la situación que enfrentamos los pueblos indígenas en esta nueva etapa de gobierno, la organización señala algunos de los principales requerimientos para el gobierno: 

1-Tierra: Es urgente contar con un presupuesto público suficiente para la adquisición de tierras indígenas, así como acelerar los procesos regularización de tenencia tanto en zonas urbanas como rurales. La Dirección Jurídica del INDI hoy tiene dos personas para cientos de trámites de legalización, por lo que se debe fortalecer esa área. Además, deben cesar los desalojos forzosos realizados de manera irregular.  

2- Instalación de mesa de trabajo: con los tres poderes del Estado, para operativizar de forma ágil las respuestas a las necesidades de los pueblos indígenas. El año pasado el Ministerio del Interior firmó un compromiso de liderar esta mesa, pero nunca cumplió su compromiso.

3- Que ninguna ley que afecte a las comunidades indígenas sea impulsada a espaldas de los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas tienen dignidad, y sobre todo tienen derechos por ley, de participar y analizar la pertinencia de leyes que las afecten. Desde la Anivid no se tolerará ese tipo de atropello. 

Ya desde el 11 de octubre en horas de la noche, llegarán a la plaza hermanos y hermanas de diversas comunidades, para realizar un acto cultural que hace referencia a nuestra ancestralidad.

12 DE OCTUBRE: La fecha se refiere a la primera invasión a los territorios indígenas de nuestra américa, por parte de colonizadores europeos en 1492. Trajeron tortura, saqueo y muerte a nuestros pueblos y después de ese genocidio se conformaron los Estados – Naciones que hoy conocemos.